La llamada “Coalición del Semáforo” que formara el próximo gobierno de Alemania, ha presentado recientemente su acuerdo de coalición. Bajo el lema “Mehr Fortschritt wagen” (Atrévase a progresar más) los líderes de los partidos de la coalición entre SPD (Socialdemócratas), Bündnis 90/die Grünen (Verdes) y la FDP (Liberales), han elaborado un contrato de 178 páginas que todavía debe que ser confirmado por las bases de los partidos. Así el SPD y el FDP han planeado congresos del partido el fin de semana, el 4 y 5 de diciembre. En el caso de los Verdes (Grünen), los miembros decidirán sobre el acuerdo de coalición y la designación de puestos. La votación durará hasta el 4 de diciembre.
En una reacción inicial, el presidente de DIHK, Peter Adrian, comentó sobre los efectos del acuerdo de coalición en la economía:
"El acuerdo de coalición se caracteriza por un espíritu constructivo para el futuro, pero aún alberga una serie de incertidumbres para la práctica empresarial. Necesitamos ser mejores, más rápidos y ágiles en Alemania. Hay buenos enfoques para esto, como la firme voluntad política de acelerar drásticamente los procedimientos de aprobación y planificación. El claro compromiso con la digitalización consistente, la innovación y la inventiva técnica también da motivos para la esperanza. La abolición del recargo EEG sobre el precio de la electricidad también puede proporcionar un fuerte estímulo económico.
Uno de los puntos críticos es, sobre todo, la cuestión poco clara de la financiación de muchos proyectos. En varios lugares, hay regulaciones a pequeña escala que tienden a ralentizar el compromiso empresarial. Para las empresas industriales alemanas en particular, también sigue siendo vago cómo el gobierno alemán tiene la intención de asegurar su competitividad global. Esto se debe a que los requisitos de protección del clima en Alemania son significativamente más altos y vinculantes que en otras áreas económicas e incluso entre nuestros vecinos de la UE".